Al final de mi vida, estaba todo claro. Años de lucha incesante e infructuosa quedaban al descubierto.
No había nada más que hacer. Al fin había sido derrotado. Amaba al Gran Hermano.
sábado, febrero 03, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario